Unidad Dolor IENSA eco-guiada

La Unidad del Dolor de IENSA realiza 750 técnicas y atiende a 850 pacientes en sus dos primeros años

La Unidad del Dolor del Instituto de Especialidades Neurológicas (IENSA) ha realizado más de 750 técnicas invasivas y ha atendido a 850 pacientes en consultas externas desde que comenzó su andadura en 2019. Este servicio está a cargo de los doctores Víctor Castillo y Francisco Suárez, especialistas en Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor, con el apoyo del equipo de neurocirujanos, neurofisiólogos, neurólogos y neuropsicólogos. 

El doctor Castillo explica que estas unidades “nacen para cubrir la necesidad de proporcionar al paciente un enfoque y una actuación más especializada para el tratamiento de su dolencia, ya que el dolor no está considerado como un síntoma, sino como una enfermedad”. 

“Un 12% de la población española sufre o ha sufrido algún episodio de dolor, con una duración significativamente mayor que en el resto de países de Europa, dato que refuerza la necesidad de contar con servicios especializados, ya sea para tratar el dolor agudo o crónico”, apunta el especialista de IENSA.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el procedimiento de tratamiento del dolor consta de cuatro escalones, de los cuales los tres primeros consisten en la prescripción de analgésicos no opioides, antiinflamatorios y opioides. Habría que agotar estas fases, y en ocasiones esto puede llevar algo de tiempo, hasta llegar al cuarto escalón, que se corresponde con las técnicas invasivas. 

“En algunos casos puntuales, debido a la intensidad del dolor, se podría saltar de escalón, pero siempre se tratará y discutirá con el enfermo los pros y contras del procedimiento. Cada paciente es diferente, pero hay que tener claro que hoy en día no se debe pasar dolor cuando hay técnicas muy efectivas para calmarlo”, señala el doctor Francisco Suárez. 

Técnicas

Las técnicas no invasivas que se realizan en la Unidad del Dolor de IENSA son tratamientos de fármacos de segundo y tercer escalón, atención especial al dolor neuropático y apoyo psicológico. 

Por su parte, en las técnicas invasivas se evalúa el caso de cada paciente para elegir la más útil. Entre ellas, se encuentran los bloqueos epidurales neurolíticos y no neurolíticos; bloqueos articulares; radiofrecuencias pulsada y térmica; bloqueos ecoguiados con ecógrafos de última generación; bloqueos facetarios; epiduroscopias; así como colocación de bombas intratecales y neuroestimuladores con seguimiento. 

La mayoría de estos procedimientos son ambulatorios, sin necesidad de ingreso hospitalario. Algunas técnicas realizadas en quirófano requieren anestesia local y sedación, para facilitar la comodidad del paciente. 

Posteriormente, desde IENSA se realiza seguimiento telefónico para ver la evolución y se tramita la cita con el especialista para las revisiones necesarias, logrando así que el paciente se encuentre atendido en todo momento.  

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