La neuropsicóloga Natalia Núñez, del equipo del Instituto de Especialidades Neurológicas (IENSA), ha alertado del impacto de las redes sociales y del uso abusivo de los teléfonos móviles en la salud mental de la población infanto-juvenil, lo que está provocando un notable incremento de las consultas de casos de niños y adolescentes con diversos trastornos, especialmente, en los dos últimos años.
Así lo ha señalado en el marco de la jornada ‘Stay Healthy: Salud Mental y Adolescencia’, un evento transversal sobre esta materia que ha organizado la Fundación Quirónsalud y que ha reunido en el Cartuja Center Cite de Sevilla a un grupo de 12 especialistas -entre ellos, la doctora Natalia Núñez-, con cerca de 300 alumnos de entre 14 y 16 años procedentes de institutos de toda la provincia.
En esta cita, los expertos de la red de hospitales Quirónsalud de Sevilla (Sagrado Corazón, Infanta Luisa y Materno-Infantil) han compartido su conocimiento con los adolescentes a través de diferentes talleres y ponencias trabajadas previamente junto con el equipo pedagógico del programa Stay Healthy, poniendo el foco en que el cuidado de la salud mental está vinculado con el bienestar físico.
En declaraciones recogidas por el periódico ABC, Natalia Núñez ha explicado que “a raíz de la pandemia hubo que tirar de entretenimientos por el confinamiento y en el día a día se usaron muchos móviles, tabletas y pantallas. En la población infanto-juvenil ha sido muy complicado retirar esa herramienta para los padres, que no han sabido gestionar esta situación”, lo cual está generando una avalancha de casos.
“En 2021 y 2022 -ha detallado- hemos visto un incremento de trastornos y problemas mentales asociados al uso inadecuado y abusivo de pantallas. Estamos hablando de menores de entre 12 y 17 años, pero también algunos con 10 y 11, que llegan a nuestras consultas con muchos meses, incluso años, de problemas asociados a este abuso de dispositivos electrónicos”.
Trastornos diversos
Los trastornos son diversos y, entre ellos, se encuentran los de tipo alimentario. “Los chicos no comen o hacen un uso indebido de los alimentos. No tienen una cultura de la alimentación y se dan trastornos por atracones, que es lo que más vemos en las consultas y que tiene relación con el aumento de la obesidad. El ocio es sentado, no se hace ejercicio y hay mucho picoteo, lo cual tiene este efecto”, ha asegurado.
A esta falta de actividad, se añade el propio contenido disponible en las redes sociales y en internet. “Hay mucha basura y niños de 10 años tienen acceso a imágenes de escenas de sexo explícito e incluso decapitaciones. Estos vídeos salen de cuentas de internet que puede ver cualquier menor que tenga acceso a la red y pueden causar grandes trastornos en una mente infantil”, ha alertado la neuropsicóloga de IENSA.
Problemas de sueño y aislamiento
El abuso de los dispositivos genera también otros síntomas como problemas para conciliar el sueño. “Estamos viendo muchos casos en los que el niño o la niña se recluye en la habitación por un consumo de series, videojuegos o vídeos de Youtube o Tiktok. Incluso están dejando de acudir a clase porque el uso de pantallas lo hacen sobre todo por la noche y no duermen o se acuestan muy tarde”, ha señalado Núñez.
La neuropsicóloga de IENSA ha aludido también a un estudio realizado en pandemia sobre el impacto del uso de nuevas tecnologías en la socialización, en el que “se vio que no se está dando o se está dando de forma sesgada. El aislamiento lleva a creer a estos chicos que la realidad se puede pasar con un gesto del dedo sobre la pantalla. No tienen el aprendizaje de enfrentarse a un entorno desagradable porque están acostumbrados a cambiar de pantalla y esto no funciona en la calle”.
Intolerancia a la frustración
En paralelo, esta intolerancia a la frustración por falta de capacidades para adaptarse a una situación negativa acarrea otros problemas. Así, la doctora Núñez ha especificado que “nos están llegando más tentativas de suicidio en los últimos años con ingesta de medicamentos y sustancias y, tras la pandemia, proliferaron muchos más casos de autolesiones, cortes en los brazos, rasguños, pellizcos o marcaje de uñas en la piel”.
“Todo está muy relacionado con la rapidez de la gratificación. Todas las conductas deben ser gratificadas de forma inmediata porque el aprendizaje se ha hecho así, pero la vida real no te gratifica todos los días ni a cada paso que das y esto genera mucha insatisfacción, lo que puede generar suicidios”, ha señalado la neuropsicóloga.
Según los expertos, el apoyo del entorno o las pautas de crianza del niño son fundamentales en estos casos. En opinión de la doctora Núñez, “se debería proteger a la infancia y a la adolescencia mediante un control legal más férreo de los contenidos porque el control parental es casi inexistente. De hecho, el 85% de los padres y madres que vienen con sus hijos a nuestras consultas no saben lo que ellos ven”, ha apuntado.
Programa para adolescentes
El encuentro organizado por la Fundación Quirónsalud se ha celebrado como parte del programa educativo Stay Healthy, cuyo objetivo es promover los hábitos saludables entre adolescentes a través de diferentes formatos de aprendizaje sobre nutrición, sueño, ejercicio físico, salud y medio ambiente, adicciones a las nuevas tecnologías, adicciones a sustancias y salud mental.
El programa, en marcha desde 2018 y presente en toda España, utiliza el rigor científico, nuevos modelos pedagógicos y el entorno digital como canal para trasladar a los adolescentes la importancia de las decisiones que toman en su día a día y cómo estas repercuten en su salud a largo plazo. El proyecto, según destaca Quirónsalud, ha llegado a casi 800 colegios y ha impactado en unos 70.000 alumnos a nivel nacional.