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El doctor Gonzalo Moreno señala que el estudio del sueño es clave en el diagnóstico de la epilepsia

La epilepsia es una de las enfermedades neurológicas más prevalentes y puede ponerse de manifiesto a cualquier edad. Para su diagnóstico, según explica el doctor Gonzalo Moreno, neurofisiólogo del equipo multidisciplinar del Instituto de Especialidades Neurológicas (IENSA) que se dedica a esta patología, se realizan diferentes pruebas, siendo la de referencia y la más habitual el electroencefalograma (EEG), con el que se realiza el estudio de los campos eléctricos cerebrales.

– ¿Qué anomalías podemos encontrar en un estudio del sueño en un paciente epiléptico?

Las personas que padecen epilepsia pueden tener anomalías electroencefalográficas durante las crisis (anomalías críticas), después de éstas (post-críticas) y en el periodo de tiempo entre ellas (inter-críticas). Estas anomalías llamadas intercríticas -que pueden verse en el registro en forma de ‘puntas’ o ‘complejos de punta-onda’- son ‘descargas’ anormales que aparecen de forma intermitente y con una frecuencia variable, tanto en vigilia como en sueño. 

Sin embargo, durante fases concretas del sueño se produce una ‘activación’ de estas anomalías. Es por esto que un estudio EEG durante el sueño puede ser de gran utilidad en el diagnóstico de la epilepsia. Por otro lado, el análisis del sueño nos aporta información sobre el tipo y la gravedad de la epilepsia, la calidad del sueño y la presencia o no de crisis durante el sueño.

– ¿Y cómo afecta el sueño a la epilepsia?

La actividad eléctrica cerebral cambia durante las diferentes fases del sueño, por lo que resulta lógico pensar que existe una relación entre la epilepsia y el sueño. Esta relación es bidireccional, de modo que la epilepsia puede afectar al sueño, pero también, y con mayor frecuencia, las alteraciones del sueño pueden influir en la epilepsia. 

La falta de sueño es uno de los principales factores desencadenantes de las crisis epilépticas en las personas que padecen la enfermedad, junto con el estrés, los procesos febriles, el consumo de alcohol y otras drogas. En algunos tipos concretos de epilepsia las crisis suelen ocurrir al despertar o en las primeras horas de la mañana. En otros casos, suceden durante el sueño. Cuando las crisis ocurren durante el sueño éste puede verse afectado también.

– ¿Qué otras pruebas son determinantes en el diagnóstico de una epilepsia?

Existen tres pasos claves: identificar un episodio como epiléptico; definir el tipo de crisis epiléptica y conocer la causa; y a ser posible el tipo de epilepsia o síndrome epiléptico. La historia clínica es parte esencial del proceso. El primer paso requerirá por parte del neurólogo recabar toda la información necesaria tanto del paciente como de los familiares como, si fuera necesario, de los testigos de la crisis. 

Una vez que por la historia clínica se sospecha una epilepsia se debe hacer un EEG convencional en primer lugar. En algunas ocasiones será necesaria la realización además de un EEG en privación de sueño o durante el sueño nocturno o un vídeo-EEG de larga duración. La elección se hará de forma personalizada. Otras pruebas complementarias utilizadas para confirmar o precisar el diagnóstico serán: las pruebas de imagen (RM, TAC), las pruebas de laboratorio, los estudios genéticos y los estudios neuropsicológicos.

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