Quirófano XLIF

El abordaje lateral LLIF, una de las técnicas quirúrgicas novedosas que realiza IENSA para patologías lumbares

El abordaje lateral LLIF es una de las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas de carácter novedoso y de reciente implantación que realiza el equipo de Neurocirugía del Instituto de Especialidades Neurológicas (IENSA) para tratar diversas patologías de columna a nivel lumbar. Este tipo de intervención presenta una serie de ventajas, frente a los tratamientos clásicos por vía posterior.

En este sentido, tal y como explica el doctor José Luis Barbeito, neurocirujano de IENSA, “mediante esta técnica -denominada LLIF por su nombre en inglés (Lateral Lumbar Interbody Fusion)- se aborda la columna lateralmente, a través del abdomen y del músculo psoas, posibilitando maniobras sobre los discos y las vértebras, lo que permite evitar lesiones de los nervios y de los músculos”.

“Desde su introducción, este abordaje ha sido ampliamente utilizado en Estados Unidos y de forma progresiva se ha implantado en Europa, como una alternativa a tratamientos clásicos de corrección del plano lateral de la columna que se estaban desarrollando hasta ahora por vía posterior o anterior. Puede aplicarse para muchos niveles, como L2-L3, L3-L4 y no se recomienda para L5-S1”, detalla el especialista.

Como principales ventajas, el neurocirujano de IENSA señala que, “al haber poca agresión a los tejidos, se reduce la estancia hospitalaria y la recuperación del paciente es más rápida, con lo que la incorporación a la vida laboral y a su actividad diaria habitual también lo es. Con carácter general, se trata de una técnica que presenta menos complicaciones, inferiores al 5%, y mejores tasas de fusión”.

Este tipo de intervención sirve para realizar una artrodesis intervertebral o fijación para tratar patologías degenerativas de la columna lumbar, como discopatías degenerativas (DDD: Degenerative Disc Disease); estenosis de canal y foraminales; espondilolistesis (desplazamientos vertebrales), tanto degenerativas como de otra causa (traumática, congénita, adquirida, etc); reintervenciones de cirugías fallidas anteriormente (FBSS-Failed Back Surgery Syndrome); patología del segmento adyacente o deformidades.

La técnica, al detalle

Para su realización, según destaca el doctor Barbeito, el paciente permanece tumbado una vez anestesiado en posición lateral para poder realizar una incisión lateral y así acceder a la musculatura de la pared abdominal. “El siguiente paso es separar las fibras musculares de los músculos oblicuo externo, oblicuo interno y transverso del abdomen y acceder al espacio retroperitoneal, donde se identifica el músculo psoas”, precisa.

A continuación, es necesario realizar un mapeo neurofisiológico con el que se identifican los nervios que pasan dentro del músculo y se coloca un separador que permite acceder al disco intervertebral. “Se procede entonces a la resección del disco intervertebral enfermo, se realiza una limpieza de los platillos vertebrales de donde se retira el cartílago y se procede a la colocación de la caja intersomática”, apunta el neurocirujano.

El doctor José Luis Barbeito recuerda que el uso de esta técnica mínimamente invasiva requiere “de una alta cualificación por parte del equipo quirúrgico y de una tecnología muy específica”, como la monitorización neurofisiológica intraoperatoria, también conocida como MNIO.

Precisamente, el Instituto de Especialidades Neurológicas dispone de un equipo de última generación en este campo, con el que se lleva a cabo el estudio continuo y en tiempo real de la función del sistema nervioso mientras se realizan intervenciones quirúrgicas, con el fin de evitar y prevenir la aparición de un daño neurológico durante las mismas.

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